miércoles, 11 de octubre de 2023

Capitulo 2: Sebástian "Aún Bailo bajo la lluvia"

 RECOMENDACIÓN: LEER ESTE CAPITULO CON LA SIGUIENTE CANCIÓN:


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Sebástian se despertó al día siguiente recordando el encuentro casual con Victoria.

Se dio una ducha fría para arrancar bien el día, tomó sus auriculares, sus llaves y emprendió el camino hacia el ascensor del edificio. Bajo a la cochera, destrabó la alarma y se subió a su vehículo. 

Un auto con comodidades. Extravagante para algunos. Sencillo y útil para él. 

Se sentó con torpeza en el volante, apoyando su espalda en el asiento. Coloco el cinturón de seguridad. Observó el espejo retrovisor, acomodó el jopo que siempre tiene desordenado en su cabello, sacudió un poco la cabeza y se guiño un ojo.

¨¿Qué estoy haciendo?" - Se dijo a sí mismo mientras volvía a sacudir de un lado al otro su rostro en señal de negación.

Encendió el radio. Sonaba "You make me" de Avicci. Digna canción de viaje en carretera. Y arrancar el día un poco más UP de lo normal.

Llegó un poco más temprano que el horario habitual de entrada a la oficina. En su mente seguía fascinado con encontrarse a esa chica. Aunque sus pendientes eran carpetas y carpetas llenas de problemas por resolver. No tenía tiempo para esto. No tenía tiempo para juegos ni pasatiempos, ni mucho menos para estar pensando en algo que no lo llevaba a ningún lado.

Se abrieron las puertas del ascensor y descendió en la entrada del piso de la Editorial. Los asientos vacíos, los escritorios completamente limpios y ordenados, el placer de llegar temprano y observar con detalle como el sol comenzaba a salir por la ventana que se encontraba en diagonal a su oficina.

Entró en su despacho, coloco su abrigo en el perchero, dejo su maletín en el sillón de al lado y se dirigió a su escritorio.

Prendió su laptop, abrió Spotify y comprendió que era muy temprano para poner música con los parlantes que se trajo de su antiguo empleo.

Como aún no había nadie, no le importo las consecuencias. Después de todo era el jefe a mando. Nadie podría decirle nada.

Sonaba "Scared to be lonely" de Martin Garrix y Dua Lipa. 

 A todo volumen, agarro las carpetas y comenzó a trabajar.

Sin embargo se dejó llevar y cuando menos se dio cuenta se encontraba cantando a pulmón la canción.

Con los ojos cerrados y alzando sus puños al cielo, giró cuando el silencio se hizo de golpe.

 Alguien interrumpió su momento de empoderamiento.

Cuando la vio, no pudo más que sonreír. 

Esa mano en su cintura en forma de jarra, su cara roja entre una mezcla de vergüenza y rabia, su otra mano agarrando los cables del parlante recientemente desconectados y su voz agresiva diciéndole:

-"Dueño o no dueño, no me parece que arranquemos así la mañana, algunos aún necesitamos de un café"

Sólo pudo decir: "Lo siento"- Con una sonrisa picara en su rostro.

Victoria asintió con la cabeza y se dirigió a la puerta del despacho para huir de allí.

Cuando Sebástian se acercó sigilosamente hacia ella y le dijo susurrando al oído:

-"Ya sabes que regalarme para mi cumpleaños, unos airpods no me vendrían mal".

Victoria se marcho. Furiosa.


Ambos volvieron a sus labores.

Victoria sintiéndose incapaz de comprender que era lo que había ocurrido ni como se animo a enfrentar de esa manera a su jefe.

Sebastián deseando que ella volviera a interrumpir en la oficina. Incoherencias y pensamientos de un momento en el que podría haberla hasta sancionado por su actitud. 

Ambos con el corazón acelerado. Incursionando en este nuevo sentimiento que ardía poco a poco dentro de sus cuerpos.




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